Tras la llegada de Mirai No Trunks, para avisar a Son Gokuh y los otros Z-Warriors de la inminente aparición de los Androides de la Red Ribbon, todos comienzan a entrenarse duramente, y Vegeta decide hacerlo en los jardines de la Capsule Corp., en una de las cápsulas espaciales del Dr. Brief, con una fuerza de gravedad de 300G, emulando el entrenamiento de Son Gokuh cuando se dirigía a Namek, aunque por orgullo superándole, claro.

Durante uno de estos entrenamientos, Vegeta se pone tanto al límite a sí mismo, y a la propia nave, que hace saltar todo por los aires y queda maltrecho. Bulma, que en cierto modo se venía sintiendo atraída por él, decide cuidarle, y cuando Vegeta recupera la consciencia y lo ve, también empieza a sentir cierto interés por ella.

Aunque poco más se sabe del inicio de esta relación, el caso es que supone el fin del noviazgo de Bulma y Yamsha, y el nacimiento de Trunks, como hijo de Vegeta y Bulma.

Durante la saga de los Androides y Cell, se nos presenta como un bebé siempre en brazos de Bulma, que poco más tiene que hacer o que decir, aunque su alter-ego Mirai No Trunks, regresará del futuro para jugar un importante papel durante esa etapa.

Siete años después, vuelve a aparecer como un infante que ha heredado buena parte del orgullo de su padre, y no sólo eso, sino que a esa edad ya ha sido capaz de convertirse en Super Saiya-jin con una facilidad extrema, cosa que no hace demasiada gracia a su padre en un principio, aunque en el fondo le complace que su progenie sea tan poderosa.

Se presenta junto con los demás Z-Warriors al 25 Tenkaichi Budokai, aunque se lamenta al no permitírsele la participación en el campeonato adulto, y verse obligado, junto a Son Goten, a competir en un campeonato para menores. Obviamente las eliminatorias suponen un paseo para ellos dos, que se encuentran en la final.

Deciden luchar sin transformarse en Super Saiya-jin, y su precioso combate lo gozan no sólo sus familiares y amigos, sino también los atónitos espectadores del torneo. Como era de esperar, al final ambos terminan transformándose en Super Saiya-jin dejando más atónitos si cabe a los allí presentes, con sus nuevos poderes, y sobre todo con su nuevo aspecto.

Al final, y después de prometer Trunks que vencería a Son Goten utilizando un sólo brazo, se ve forzado a utilizar ambos para sacarle del tatami y vencer. Aunque esto supondrá un ligero enfado por el pequeño hijo de Son Gokuh, finalmente volverán a ser amigos, al prometer Trunks compensarle con algunos juguetes.

Como vencedor del torneo infantil, Trunks tendrá la oportunidad de enfrentarse a Mr. Satán en un combate honorífico. Si bien Mr. Satán al principio se lo toma a broma, pronto se da cuenta del peligro en el que se encuentra y trata de convencer a Trunks para que le deje ganar. Sin embargo, el orgulloso pequeño hijo de Vegeta, no acepta tal propuesta y le manda rápidamente fuera del tatami. Por suerte para Mr. Satán el público es bastante necio, y se cree su falsa interpretación de que ha dejado ganar al pequeño.

Tras esto, ambos se lamentan de nuevo al no poder participar con los mayores, y deciden dejar fuera de combate a un participante encapuchado, y poniéndose uno encima del otro, se atavían con el traje del enmascarado.

El resto de sus amigos, se irá del torneo tras el incidente que Son Gohan sufre a manos de Yamu y Spopobitch, pero ellos dos se quedarán y seguirán adelante ante el combate que se les presenta con A-18.

Tras ponérselo realmente difícil a la androide, ésta, que es bastante inteligente comprende que no está peleando contra un humano corriente, sino contra los dos pequeños disfrazados, y cortando el disfraz por la mitad, lo que supone la descalificación de los niños.

Como aventureros que son, Trunks y Son Goten no tardarán en querer unirse a la aventura que se acaba de abrir ante sus familiares y amigos, y se dirigen hacia la base de Babidi, y lugar de reaparación del monstruo Boo. Pero Vegeta, convertido ahora en Majin Vegeta, no permite su actuación y les deja inconscientes, inmolándose a sí mismo, tratando de salvar a los chicos y al planeta en general, aunque por desgracia falla.

Cuando los muchachos recobran el conocimiento, Son Gokuh les intenta explicar la situación y que deben entrenarse para aprender la técnica de la Fusión, que podría funcionar con ellos al ser guerreros de tamaño y fuerza similares.

Sin embargo los niños, se muestran reacios a hacerle caso, al considerar que no había aparecido para luchar con Boo y salvar a Vegeta. Dado que no atienden a razones, y no creen la versión de que Son Gokuh se encontraba inconsciente en ese momento, Son Gokuh se dirige al encuentro de Boo, mientras Trunks es enviado a la Capsule Corp., para recoger el radar del dragón.

Trunks en su camino, y Son Goten desde el palacio de Dende, podrán sentir la enorme potencia desplegada por Son Gokuh al convertirse en Super Saiya-jin de nivel 3, y enfrentarse al temible Boo con arrojo y valentía...y finalmente cambiará de opinión y decidirán entrenarse.

Tras un duro entrenamiento en el exterior del Palacio de Dende, y más tarde en la sala del Espíritu y el Tiempo, consiguen completar su entrenamiento y dominan la técnica de la Fusión, dando así origen a un nuevo guerrero: Gotenks. De este modo le pondrán las cosas verdaderamente difíciles a Super Boo, aunque por desgracia, serán demasiado orgullosos e inexpertos para vencer.

Ya en Dragon Ball GT, Trunks aparece como ejecutivo de Capsule Corp., un trabajo que para nada le satisface, ya que echa de menos sus aventuras pasadas y a su amigo Son Goten. Sin embargo, por cosas del destino, y obligado por su padre, acabará formando parte del grupo espacial que debe salir en busca de las Dragon Ball por todo el Universo, junto a Son Gokuh y Pan.